Bienestar Emocional y el Poder del Amor.

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¿Qué es el amor?

Es febrero, mes mundialmente conocido como el del amor y la amistad, en el cual las calles se llenan de flores, los restaurantes se encuentran abarrotados por las numerosas reservas para cenas románticas, el vino, las serenatas pululan por las calles; y se vuelve algo común ver a las personas compartiendo tiempo con su pareja “enamorados”, pero, ¿realmente nos hemos detenido a pensar cuál es la ciencia y la psicología detrás del coctel de emociones que explota en nuestro cuerpo al “enamorarnos” o sentirnos amados? ¿cómo relacionarnos desde un espacio de comunicación y confianza?

Existe un artículo publicado por National Geographic en 2017, titulado “Qué es el amor según la ciencia: verdades y mentiras”; en sus líneas nos explica que, de acuerdo con la ciencia, lo que se denomina “amor” es un proceso meramente neurológico que se produce en el cerebro e implica a diferentes partes del mismo. Sin embargo, diversos autores y estudiosos del tema han hecho una importante diferenciación que resulta clave en este tema; el amor y el enamoramiento.

El enamoramiento implica la función de hasta 12 áreas del cerebro en las que se liberan una serie de neurotransmisores tales como la adrenalina, la dopamina, serotonina, oxitocina, entre otras.

Nilda Chiaraviglio, Doctora Honoris Causa, psicoterapeuta especialista en relaciones de pareja, sexología y diversidad sexual, explica que el enamoramiento es un proceso químico de oxitocinas liberadas en los lóbulos prefrontales del cerebro que tiene un objetivo específico, que la persona se conozca a sí misma. Desarrolla detallando que, los seres humanos al enamorarnos, mostramos lo más luminoso y maravilloso de nosotros; esto no es un proceso consciente, de hecho, es todo lo contrario, tiene que ver con el estado evolutivo de la persona que en ese momento se encuentra en pausa.

Por otro lado, hay autores que refieren que el enamoramiento es un proceso narcisista al implicar enamorarse de sí mismo, algunos otros dicen que es una simple “trampa” de la naturaleza con fines reproductivos.

El enamoramiento, al ser un proceso químico, termina, las oxitocinas disminuyen y es cuando comenzamos a percibir la realidad desde otro punto de vista, ya que observas al “ser amado” con sus “sombras”, lo reconoces humano. Ahí llega el punto de quiebre en que hacemos un análisis, de lo que nos gusta y lo que no de la persona que tenemos enfrente y no de la idealización del “príncipe azul”.

Sin embargo, aunado a lo explicado en estos párrafos, a lo largo del tiempo y con la perpetración del patriarcado (organización social primitiva en que la autoridad la ejerce exclusivamente un varón jefe de familia, conducta que se extiende en todo el linaje), de la mercadotecnia y la globalización en el mundo, el “amor” ha sido bombardeado y explotado en todos los sentidos llegando al punto de deformar su significado y que las generaciones presentes vivamos el reto de deconstruir, redefinir y excluir conceptos prestablecidos que aprendimos desde que nacimos y crecimos pensando que eso era el amor.

Amor romántico.

Las psicoterapeutas Zaira Gutiérrez, y Jessica Ortega en conjunto con la literata Arely Pantoja a través de la charla Menos mariposas y más paz: desmontando el amor romántico, ofrecen y desmenuzan paso a paso conceptos claros para entender el grave fenómeno del amor romántico.

Definen dicho fenómeno como un esquema psicosocial que introyecta en las personas determinados ideales (irrealizables e inalcanzables), de lo que debe ser el amor de pareja, que se alejan de la realidad, excluyen la diversidad sexogenérica en las relaciones sexoafectivas y con ello ejercen un tipo de violencia hacia los individuos; en sus casos más extremos puede conducir a la muerte y, en la mayor parte de ellos, al feminicidio.

En este sentido, es fácil que vislumbremos el amor romántico en cuentos de hadas y sus personajes principales; la doncella y el príncipe azul. La doncella, como objetivo de vida máximo tiene el casarse con el mentado príncipe y vivir felices para siempre. Tomando en cuenta que quienes mayor exposición tienen a dichas historias son niños y niñas, ellos son quienes aprenden y asumen estos roles basados en el sexo y en el género, introyectando así lo dictado por la sociedad como “correcto”, “lo que la mujer debe hacer y lo que el hombre debe de hacer”. Aunado a ello, el amor romántico fomenta la desigualdad de género ya que en este cuento de hadas, colocan al hombre como el proveedor, el inteligente, el que toma las decisiones, y, por otro lado, sitúan a la mujer en la emotividad, con el único desafío en la vida de vivir para amar y cuidar, pertenecer a alguien más fuera de sí misma.

Es bajo este fenómeno que las relaciones se cimentan desde la incompletitud, en el “necesitar” y no en “integrar”.

Pensamiento mágico.

Ahora, el pensamiento mágico es definido grosso modo como el modo de pensar de las personas en el que formulan un deseo o idea y esperan que sea el destino el que las haga realidad. Por ejemplo, las supersticiones, la astrología, la numerología, el esoterismo, la brujería o la propia magia en sí misma.

Al momento de aplicar dicho pensamiento, se traduce en un comportamiento en que las personas (ya adoctrinadas a él) esperan que todo en su vida se resuelva por arte de magia. No estoy de acuerdo con la satanización de dicho pensamiento porque considero que hasta cierto punto, incentiva la creatividad y la inocencia que a veces vislumbra el ser humano, sin embargo, cuando abusamos, de este concepto, se vuelve obsesivo y nos imposibilitamos en la toma de decisiones y en el planteamiento de estrategias porque no hemos desarrollado las herramientas y habilidades necesarias esperando que sea un ente fuera de nosotros el que tenga las soluciones.

Bajo estos modelos es que nos hemos relacionado con el otro asumiendo roles prestablecidos sin cuestionarnos más allá de ello, es por eso, que, en virtud de lo anterior, algunos tips para establecer relaciones más sanas y duraderas; son el tener un profundo amor, respeto y orgullo por ti mismo, un discurso de “yo disfruto de tu vuelo, aunque no vueles conmigo”, esa manera de amar, refiere Nilda Chiaraviglio, es superior, con un nivel de consciencia expandida. Ya que, si las parejas tienen como concepto de amor una idea romántica con pensamiento mágico, esas relaciones rara vez pueden ser gratas a largo plazo, confundiendo enamoramiento con amor.

En conclusión y después de lo explicado en el presente artículo, lo mejor que podemos hacer para amar de una manera más sana y desde y con todo el corazón, es aprender, informarnos, conocernos y adueñarnos de nuestra historia sin miedo la vulnerabilidad y a ser realmente vistos por los seres que nos aman y amamos.

Referencias:

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