Camila Gómez Ortega una niña de tan sólo ocho años fue reportada como
desaparecida la semana pasada en Taxco, Guerrero, su cuerpo fue hallado sin
vida el jueves 28 de marzo. Vecinos y familiares de la víctima, así como miembros
de la comunidad, por medio de la revisión de cámaras de vigilancia, identificaron
de inmediato a los presuntos responsables y, enfurecidos por tal atrocidad,
decidieron acudir a su domicilio para sacarlos a rastras en medio de gritos,
reclamos y golpes que les propinaron en toda la vía pública por un periodo
considerable de tiempo que resultó en la muerte de la mujer que identificarían
como Ana “N” y en dos hombres lesionados.
Lo sucedido en Taxco, ha desatado múltiples opiniones, reacciones y
señalamientos no sólo a las autoridades mexicanas sino a la misma comunidad de
Guerrero y es que, el hecho de que una niña pierda la vida de una manera tan
brutal y violenta resulta trágico y, lamentablemente, se suma a otro de los casos
de feminicidios en México, sin embargo, también el hecho de haber decidido
linchar a una mujer habla de las percepciones y los sentimientos más profundos
que aquejan a la sociedad mexicana ante una crisis de violencia como a la que
hoy en día nos enfrentamos. Es por ello que considero necesario hacer un estudio
amplio y una reflexión sobre lo sucedido en dicha comunidad.
El término “linchamiento”, tiene su origen en los Estados Unidos y proviene de la
palabra lynching, la cual, a su vez, tiene sus orígenes en la guerra de
independencia norteamericana, etapa en la que el Juez Charles Lynch decidió
castigar de manera extralegal a un grupo de leales al imperio británico aun cuando
habían sido absueltos ante un jurado oficial. Es de ahí de donde proviene el
término “Lynch Law” (ley de Lynch) para hablar de un procedimiento sumarísimo
por medio del cual la multitud podía tomar poder y control sobre un –presunto–
criminal, juzgarlo, condenarlo y ejecutarlo, todo en el mismo acto.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos hace un análisis meticuloso de
esta práctica (linchamiento) en su Informe Especial sobre los Linchamientos en el
Territorio Nacional, en el cual define los linchamientos como actos ilícitos que
constituyen una de las expresiones más graves de la crisis que en materia de
inseguridad, violencia e impunidad enfrenta nuestro país, que se dan como
consecuencia de la desconfianza y lejanía de la sociedad respecto de las
autoridades.
Por su parte, el Diccionario de la Real Academia Española define “linchar” como
ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o reo.
Debemos ubicar que el origen de esta práctica data de los años 1700, es decir, del
siglo XVIII, es dable considerar que en ese momento de la historia los medios de
acceso a la justicia estaban limitados, había fallas en los sistemas jurídicos, el
derecho aún tenía tintes subjetivos y era “común” normalizar este tipo de prácticas
violentas que incluso fueron fomentadas por el actuar de un Juez, un operador
jurídico que en estricto sentido debía velar por salvaguardar la norma, en ese
entonces, claramente, no habría un enfoque de derechos humanos, de igualdad,
del principio pro persona o de la interpretación conforme, ni los avances que
hemos tenido hoy en día.
Sin embargo, los sucesos lamentables que narré anteriormente ocurrieron recién
la semana pasada, ¿por qué se siguen dando estas prácticas en pleno siglo XXI?
Aída Mireles Rangel, académica y ex directora de la carrera de Derecho de la
Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la UNAM, al respecto en el año
2012 afirmó que “en muchos casos las personas desconocen los procesos
jurídicos e ignoran que para que una persona sea sentenciada como responsable
de un delito, primero se debe probar que cometió el hecho”. En este sentido,
refiere que el trasfondo de los linchamientos es la ignorancia de las personas
acerca de los procedimientos adecuados y previstos en la ley para juzgar a una
persona.
Es verdad que en el derecho existen procesos, normas, reglas y etapas a agotar
en seguimiento de determinados requisitos, sin embargo, tal como lo refirió la
Comisión Nacional de Derechos Humanos –y coincido– para que la gente decida
tomar las riendas de la “justicia” y cobrar venganza por propia mano con tanta ira y
tanta violencia, se habla de mucho más que del desconocimiento de la materia
jurídica, específicamente del ámbito penal, se habla de descontento, desapego,
alejamiento de las autoridades e instituciones, de inconformidad con los
mecanismos de justicia y sus resoluciones, habla de una sociedad con gran
hartazgo y también con desesperada necesidad de que se les proteja, que su vida
esté a salvo y de que se les haga justicia como debe de ser.
Lo sucedido en Taxco es, por más, lamentable y trágico, la vida de una niña
inocente fue arrebatada, la vida de una mujer que aún no era juzgada por la ley y
que no había recibido un castigo conforme a derecho, también lo es. Lo sucedido
refleja el poco avance que hemos tenido en cuanto a la efectividad, eficacia y
eficiencia de nuestras instituciones, de nuestras autoridades, de la aplicación de
justicia y de la impunidad; impunidad que desemboca en resentimiento, furia e
impotencia que reina silenciosa en los hogares de las familias aquejadas por la
inseguridad de manera cotidiana.
Debemos tomar medidas al respecto más allá de crear nuevas políticas públicas,
nuevas instituciones o dar un nuevo enfoque a las autoridades, debemos unirnos
como sociedad, acercarnos a las comunidades, escucharlas y responderles
conforme a la realidad. Es necesario que se actúe de manera inmediata, los
individuos no tienen que suplicar porque se les proteja su derecho más
fundamental que es el de la vida.
-Samantha Landa
Referencias:
Diccionario de la Real Academia Española.
Aníbal, L. (2015). Los linchamientos en México en el siglo XXI [versión
electrónica]. Revista Mexicana de Sociología 77, núm. 2. Recuperado el 02
de abril de 2024, de: Los linchamientos en México en el siglo XXI
(unam.mx)
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (2019). Informe Especial
sobre los Linchamientos en el Territorio Nacional [versión electrónica].
Recuperado el 02 de abril de 2024, de: IE_2019-Linchamientos.pdf
