VIAJAR SOLA: LA OPORTUNIDAD DE EXPLORAR, CRECER Y DISFRUTAR AL MÁXIMO

AEROPUERTO DE PANAMÁ (AUTORA XIMENA R)

Viajar sola es una experiencia que, para muchas personas, puede ser intimidante. Pero aquellas personas que se animan a hacerlo descubren un mundo de posibilidades y aprendizajes. En mi opinión el viajar de manera solitaria te da una experiencia y vivencia única, pues te ayuda a conocer diferentes culturas, platillos y personas. 

Desde muy pequeña mis padres me enseñaron a viajar tanto por tierra, tomando camiones, como por aire, tomando aviones, y ahora que viajó internacionalmente gracias a una beca de movilidad internacional que me dio mi Universidad, puedo decir que extraño mucho cuando mis padres se encargaban de mis boletos, de mi comida y de darme cariño, el desarraigo duele, pero es algo normal cuando te vas lejos de tu entorno habitual, debo aclarar que sentirse sola es parte del camino, pero el chiste está en vivirlo, y saber como solucionar cada obstáculo, se debe disfrutar, y aunque llores, debes saber que te tienes a ti mismo, pues se es confirman en tus acciones, aquí entra la parte del amor propio, un amor que tarde o temprano descubrí al máximo. Muchas veces nos castigamos y cargamos con la culpa, pero en los momentos de conflictos es cuando más debes abrazarte y crecer.

Recuerdo bien que cuando pasé migración sola por primera vez tenía mucho miedo, pues había visto por un buen tiempo el programa “Alerta  Aeropuerto”, sin embargo días atrás preparé bien mis papeles y revisé mil veces la página de internet de mi vuelo para no sentir ansiedad cuando me subiera, al viajar de México a Panamá (siendo el segundo país mi única escala), cambió mi panorama 360 grados, pues el aeropuerto era diferente, la moneda era otra cosa, yo no sabía que la Balboa (moneda de Panamá) valía lo mismo que un Dólar, en fin. Mi próximo vuelo tardaba 3 horas en llegar, por lo que en ese tiempo fui a revisar si existía mi puerta, en que horario llegaría (por que muchas veces se atrasa) y me fui a comprar unas papitas y un refresco de pera buenísimo, mis felicitaciones a la empresa de ese refresco, es riquísimo. Llegando la hora de abordaje de mi vuelo me acerqué a mi puerta con toda tranquilidad, me ubiqué en mi grupo correspondiente (por qué hay grupos dependiendo la fila del avión) y me preparé para dormir, por que serían 6 horas de un vuelo tedioso y largo, por lo que me preparé para ello. Al llegar a Asunción Paraguay, pude concluir que el viajar sola es complicado por primera vez, pero no imposible. 

Cuando viajamos de manera solitaria, estamos libres de decidir qué hacer, cuándo hacerlo y cómo poner en marcha los planes, no nos preocupamos por los horarios (bueno en mi caso sí, porque vine a estudiar) pero cuando tienes tiempo libre es algo increíble, observar y conocer nuevas perspectivas.  

Salir de nuestra zona de Confort y enfrentarnos a situaciones nuevas y desconocidas, puede ser aterrador, pero de igual manera te ayuda a conocerte, a experimentar y vivir, para así poder descubrir una nueva forma de resolver los problemas, no es malo salir y conocer, vida hay una, y como dice calle 13 “Mientras más pasan los años me contradigo cuando pienso, El tiempo no me mueve, yo me muevo con el tiempo”. 

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